EL JARDÍN DE PSIQUE

Para todos aquellos curiosos de la Antigüedad, Bizancio y la Grecia Moderna

Chipre. 35º aniversario de triste recuerdo



La República de Chipre es una democracia parlamentaria, miembro de la Unión Europea desde el primero de mayo de 2004.
Chipre obtuvo su independencia de Gran Bretaña en 1960. En 1974 Turquía invadió la isla y ocupó el 35% del territorio del país. La línea de cese del fuego se extiende a través de la isla y corta su capital, Nicosia (Λευκωσία), en dos zonas separadas por un muro. Aunque la parte norte se encuentra bajo ocupación, la República de Chipre es reconocida internacionalmente como el único estado legítimo de la isla con soberanía sobre la totalidad de su territorio.



Chipre es una pequeña isla de 9.251 Km² situada en el extremo oriental del Mediterráneo, en la encrucijada de Europa, Asia y África.
Cuenta con una población de 793.000 habitantes, de los cuales un 80’7 % son grecochipriotas, el 11% turcochipriotas y un 8’3% son residentes extranjeros y trabajadores. En estos datos no se incluyen los aproximadamente 115.000 colonos que residen ilegalmente en la parte de Chipre ocupada por los turcos.
La civilización en Chipre se remonta unos 11.000 años en el tiempo, a la época del Neolítico. La isla adquiere su carácter griego después de que micénicos y aqueos llegaran a la isla entre los siglos XIII y XI a. C. A partir del siglo IX a. C. los fenicios arriban a sus costas y se concentran principalmente en la ciudad costera de Kition.
Con posterioridad la isla se encuentra bajo el dominio consecutivo de asirios, egipcios, persas y griegos macedonios para terminar formando parte del Imperio de Roma entre el 30 a. C. y el 330 d. C.

Santuario de Apolo Hylates, Limassol / Ιερού του Απόλλωνα Υλάτη, Λεμεσός.

Pafos / Πάφος.

Junto a una herencia étnica muy viva, Chipre mantuvo siempre su lengua y cultura griega, y ello no sólo durante su pertenencia al Egipto de los Ptolomeos (310-30 a. C.), al Imperio Romano o al Imperio Romano de Oriente (330-1191 d. C.), sino también cuando Chipre estuvo bajo diversos poderes extranjeros: cruzados (1171-1192), francos (1192-1498), venecianos (1498-1571), turcos otomanos (1571-1878) y británicos (1878-1960).
Entre 1955 y 1959, los grecochipriotas combatieron contra la ocupación británica de la isla y finalmente, en 1960, Chipre obtuvo la independencia. Conforme a los acuerdos de Zúrich-Londres, Grecia, Turquía y Gran Bretaña serían los garantes de la independencia del nuevo país.
El poder se dividió entre los grecochipriotas y los turcochipriotas (descendientes de los turcos que ocuparon la isla de 1571 a 1878) en una proporción de 7 a 3, obteniendo los segundos (un 18% de la población) el 30% de representación en el gobierno y el derecho de veto.
Las relaciones, que fueron pacíficas y amistosas durante siglos, se enturbiaron a raíz de las presiones turcas por dividir la isla en dos sectores. Frente a esta postura los grecochipriotas defendieron la preservación de la unidad del nuevo Estado. A raíz de todo ello hubo varios enfrentamientos inter-comunitarios en 1963, 1964 y 1967 y los turcochipriotas abandonaron la administración y el parlamento en 1963.
El 15 de julio de 1974, la Junta militar que gobernaba Grecia organizó un golpe de estado para derrocar al gobierno democrático de Chipre.
El 20 de julio, Turquía, violando el derecho internacional y los acuerdos ratificados por ella misma, invadió la isla bajo el pretexto de restaurar el orden constitucional. En vez de eso, se apoderó del 35% del territorio norte del país, un acto que ha sido condenado universalmente como una grave violación del derecho internacional y de la Carta de la ONU.
Turquía, que se encuentra a una distancia de 75km de Chipre, de forma reiterada y durante decenas de años tanto antes como después de la invasión, reclama que para ella Chipre tiene una vital importancia estratégica y sigue ignorando una serie de resoluciones de la ONU que le exigen la retirada de sus tropas de ocupación de la isla.

Tropas turcas desembarcan en la antigua ciudad griega de Kyrenia.

Tropas paracaidistas turcas en la proximidades de Nicosia.

Las consecuencias de la invasión (para la que se llegó a utilizar incluso el napalm) y de la ocupación de la isla fueron desastrosas. Alrededor de 142.000 grecochipriotas que vivían en el norte (casi la cuarta parte de la población) fueron expulsados de sus casas, convertidos en refugiados.
Otros 20.000 grecochipriotas quedaron enclavados en la parte ocupada y de forma gradual fueron obligados, mediante la intimidación y la negación de sus derechos humanos fundamentales, a abandonar sus hogares y buscar refugio en la parte controlada por el Gobierno legítimo. Hoy existen menos de 600 grecochipriotas en la zona norte. Asimismo se perdió el 70% del potencial productivo de la isla y el 30% de la población quedó desempleada.

Restos de un hospital en Famagusta tras los bombardeos turcos.

Las bombas turcas destruyen la escuela armenia Melconian de Nicosia (en la foto, el dormitorio de los niños).

Unos 1.500 civiles y soldados grecochipriotas desaparecieron durante y después de la invasión. Muchos de ellos desaparecieron mientras se encontraban a manos de los turcos y algunos, antes de desaparecer, fueron vistos en cárceles de Turquí o de la parte ocupada. El destino de todos, con excepción de algunos, se desconoce mientras Turquía se muestra indolente a la hora de investigar lo sucedido.
En una importante decisión del 10 de mayo de 2001, la Corte Europea de Derechos Humanos del Consejo de Europa declaró a Turquía culpable de haber cometido 14 violaciones del Convenio Europeo de Derechos Humanos con respecto a los refugiados, los enclavados y los desaparecidos.

Prisioneros grecochipriotas, maniatados y con los ojos vendados, rumbo al puerto turco de Adana.

Un sacerdote greco-ortodoxo es conducido prisionero a bordo de un barco turco.

Desde la invasión, unos 115.000 turcos procedentes del continente fueron trasladados ilegalmente a la zona ocupada. La llegada masiva de colonos ha afectado negativamente las condiciones de vida de los turcochipriotas. La pobreza y el desempleo han obligado a más de 55.000 de ellos a emigrar y ahora apenas constituyen el 11% de la población.
Asimismo, la herencia cultural de la parte ocupada, como parte de una política de eliminación de todas las evidencias de su carácter helénico, está siendo deliberadamente destruida e impregnada de un carácter enteramente turco.
Hasta el presente se han saqueado, destrozado, convertido en mezquitas, establos para animales, almacenes, garajes, depósito de armas, tanatorios, hoteles, night-clubs y, en algunos, casos demolido más de 500 iglesias y capillas greco ortodoxas, así como17 monasterios ubicados en ciudades y pueblos de la zona ocupada. Hasta hoy, se desconoce el paradero de los artículos eclesiásticos de estas iglesias, incluyendo más de 15.000 iconos portátiles.

Monasterio de San Juan Crisóstomo (s. XI). Destruido.

Es más, la policía de Chipre calcula que desde 1974 se han trasladado ilegalmente más de 60.000 artefactos antiguos a diferentes países en todo el mundo. Los iconos más significativos y de incalculable valor cayeron en posesión de casas de subastas y se vendieron ilegalmente por marchantes de arte en el extranjero". Entre los anticuarios de la parte ocupada resulta fácil encontrar antigüedades y otros objetos abandonados por los grecochipriotas en sus antaño casas y propiedades ahora saqueadas y abandonadas.

Lapithos. Escuela elemental, Monasterio e Iglesia de la Resurrección. En la actualidad, un motel y un centro turístico.

El 15 de noviembre de 1983, la parte ocupada fue unilateralmente declarada “Estado” independiente. El Consejo de Seguridad de la ONU, en su resolución al respecto, consideró la declaración inválida desde el punto de vista jurídico e hizo un llamamiento para su rechazo internacional. Hasta hoy ningún país del mundo –excepto Turquía- ha reconocido esta entidad.
Los esfuerzos auspiciados por la ONU para resolver el problema chipriota nos han sido fructíferos hasta ahora y las dos partes continúan estando en desacuerdo con respecto a la naturaleza de una solución. La parte grecochipriota está comprometida a lograr una solución basada en las resoluciones de las Naciones Unidas, el derecho internacional y los principios de la democracia, la libertad y el respeto a la ley, principios sobre los que se funda la Unión Europea. Insiste asimismo en la creación de un estado federal, de dos zonas, con un fuerte gobierno central que asegure la unidad de Estado y su soberanía.
Los derechos humanos fundamentales, así como la libertad de movimiento, de residencia y el derecho a la propiedad deben ser garantizados. De igual modo, se aboga por una plena desmilitarización del país.
Los dirigentes turcochipriotas abogan por el establecimiento de una confederación compuesta por dos provincias con soberanías separadas que mantendrían entres sí lazos muy débiles y, en la práctica, funcionarían como dos estados independientes. Los grecochipriotas habrían de renunciar a sus derechos en la parte de la isla bajo administración turcochipriota y las tropas turcas permanecerían en el norte. Todos estos postulados han sido respaldados por Turquía.
Las Naciones Unidas sostienen que una solución justa y viable debe garantizar la existencia de un Estado único, bajo estructura federal, donde se respeten los derechos humanos. Igualmente ha destacado la importancia de proceder a la desmilitarización del territorio.
Todas estas posiciones se hayan respaldadas por la Unión Europea.

Fuente: Chipre, en breve. Embajada de la República de Chipre.
Giovanni Ricciardi, Chipre, un patrimonio que salvar. 30 días.
Fotos: Kypros-Net Inc. - Occupied Cyprus.




Recordemos que la República de Turquía es en la actualidad una de los promotoras, junto con España, de la "Alianza de Civilizaciones" y candidata para el ingreso en la Unión Europea.

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